Foto e biografia:
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MERCEDES DE HEREDIA
( Bolívia )
HEREDIA LÓPEZ, Mercedes de (Potosí, Bolívia, 1910 – La Paz, Bolívia, 1968).- Poeta.
Fez cursos de literatura e filosofia. Ele então se qualificou como obstetra (1937). Premiado em vários eventos literários em La Paz e Sucre. Seu trabalho está espalhado em jornais e revistas.
O escritor cubano Manuel Antuña, em 1952, afirmou: "Ao falar de Mercedes de Heredia, é particularmente agradável para Cuba assinalar que o poeta boliviano é, entre os Heredia dessa linhagem, morador da ilha milagrosa e das terras lendárias de Collasuyo. , um dos descendentes que recebeu, com o fluxo de sangue, o de uma emoção límpida que flui em poemas diáfanos, construídos com substâncias de dor e ternura, e em sonetos de fatura severa enquanto harmoniosos e concisos".
Em 'Canto al Indio' (prêmio do Congresso Indígena, 1954), escreveu: "Homem da Altipampa! / Monólito que segue com olhos febris, / de semblante sombrio e alma selvagem sombria / a vibração do céu e o vôo das estrelas / para ler neles / os sinais esperados. / Você é a tempestade transformada em oração / e, às vezes, apenas um bloco de silêncio e espera, / esculpido pelas mãos poderosas do vento".
TEXTO EN ESPAÑOL – TEXTO EM PORTUGUÊS
BEDREGAL, Yolanda. Antología de la poesia boliviana. La Paz: Editorial Los Amigos del Libro, 1977. 627 p. 13,5x19 cm.
Ex. bibl. Antonio Miranda
CANTO AL INDIO
( Fragmentos )
I
!Hombre de la Altipampa!
Monolito que sigue con ojos afiebrados,
con el semblante fosco y fosca el alma agreste
la vibración del cielo y el vuelo de los astros
para leer en ellos
los signos esperados.
Eres la tempestad hecha plegaria
y, a veces, sólo un bloque de silencio y espera,
tallado por las manos poderosas del viento.
-----------------------------------------------
Tus Achachilas(*1) vieron derrumbarse tus templos
y regir nuevos dioses en los viejos altares.
Gimió la tierra, entonces, bajo el peso del bárbaro;
gimieron tus mujeres — las Ñustas(*2) y las Coyas(*3)—
los niños olvidaron con el pavor, el llanto,
y descendió una noche poblada de fantasmas
sobre los índios pávidos.
En vano la codicia de los conquistadores
pretendiste saciar con todos tus tesoros;
y, entanto ellos buscaban más allá de Chiquitos,
el Dorado, el Paititi, la Sierra de la Plata
Y el reino del Gran Mojo,
tú bajaste a la noche sangrienta de las minas
en busca de la plata, el oro, el rosicler
con que comprar soñaste de tus nuevos señores
el sol, el aire, el cielo !quizá la libertad!
!Y en la noche siniestra,
sólo fuiste un harapo de sombra entre las sombras!
---------------------------------------------------------
Diez mil fauces de piedra,
los agudos colmillos de las minas, el aisa(*4),
los batanes y el látigo,
las rudas huairachinas(*5)
y la torva codicia de torvos azogueros
quebraron — arco tenso — el alma de la raza.
Y fueron los despojos de diez millones de indios
sillar y capitel de templos y palacios,
y columna y grandeza del imperio español.
Pero vino de flanco,
lanzada por la mano de Achachilas violentos,
llegó un tal guijarro
la hora en que estallaron tus cóleras civiles
con ulular de muerte y clangor de pututus(*6).
Repitieron tu grito mil gargantas de piedra;
fue aluvión en los aires,
llamarada en las quiebras,
lanzadas por las ígneas cuchillas de los montes.
Las cumbres atrevidas ciñéronse de hogueras
que, lamiendo la carne trémula de la noche,
desgarraron la seda de los cielos tranquilos.
Olvidaron su cauce las aguas de los ríos,
coléricos peñones hendieron las laderas
y los desfiladeros.
!Y te erguiste en las cimas con los músculos tensos
y los ojos de piedra!
Mas sobre la tormenta,
sobre la sangre tibia,
sobre el grito de guerra,
sobre el fragor del Ande ceñido de torrentes,
se desplegó a los vientos tu voz de libertad.
II
Fuiste hoguera en la cumbre, Julián Tupac Catari,
aluvión en la sierra, y te llamaste Amaru;
jinete de los vientos o peñón desgalgado,
y fue tu nombre Dámaso, Tomás o Pumakagua.
Eternizó un destello de la piedad Yupanqui
sobre adusto cantil del lago verde y cándido,
y Juan Huallparrimachi, trovador y guerrero,
con la lanza encendida y la arenga tremante,
creció junto a las cumbres de los Padilla y Warnes.
!Y a la sombra de todos, creció también la Patria!
Para decir su nombre, disparaste un hondazo
con el rayo que blandes !Hombre de la Altipampa!
domaste los bisonte azules de los Andes,
y tu mano contuvo el tropel de los vientos
sobre el yermo aterido.
De la sangre vertida, florecieron kantutas(*7)
y en tenues azucenas asomaron los niños;
se alzaron las laderas en marejadas verdes,
y la tierra ofrendó su vientre portentoso
a la simiente, al polen y al abrazo del Sol.
Tu encumbraste la frente, dilataste los ojos
para mirar tus predios. !Te erigiste señor!
Y tú, Pastor de Estrellas, Patriarca de los Valles,
en las dulces colinas y en los tibios regazos
de la pradera núbil, sembraste tus ensueños.
El oro de las minas afloró en los trigales
y en el puño cerrado de los rubios maíces.
Y tú, Nauta del Bosque, Centauro de los Llanos,
arrancaste al misterio la simiente dormida
para tornarla efluvio, poema, canción y miel.
Tu sembraste caminos sobre la tierra púber,
repechando el asedio de boas y jaguares;
y aferrado a los crines de espuma y de calmanes,
desbravaste las rábidas cachuelas y tus ríos,
y, con manos de flama, tú pulsaste la selva
para decir el Salmo de la Fecundación.
III
--------------------------------------------
Tú que fuiste la piedra millar de Tihuanaco,
sillar y fundamento del Imperio Inca,
vuelve a encumbrar la frente y habla con las montañas
en el verbo flamígero de titanes y dioses.
Tú que eres nudo y germen de esta América nuestra,
cabalgando en los Andes, blande otra vez el rayo
y haz tu escudo del Sol.
!Tu tienes que alcanzar la Estatura del Hombre!
(*1) Achachilas : Espíritus tutelares que protegen a los pueblos y que encarnan la presencia de los antepasados. Habitan las montañas y los cerros, cerca de las comunidades; vigilando, compartiendo los sufrimientos y dando bendiciones.
(*2) Ñustas - Princesas virgenes de los antiguos incas en el Perú.
(*3) Coyas - Entre los antiguos incas, mujer del emperador, señora soberana o princesa.
(*4) Aisa - deslizamento de terra que, em uma mina, obstrui a saída para o exterior.
(*5) huairachinas – hornaza Horno pequeño que usan los plateros y fundidores de metales.
(*6) pututus: Indígena instrumento feito de chifre de boi, que os agricultores nas colinas toque para convocar uma reunião.
(*7) kantutas: (cantua ou cantut) é a flor nacional dos países andinos, sobretudo do Peru, da Bolívia e do Equador, mas era sagrada desde a época dos incas.
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de ANTONIO MIRANDA
CANTO AL INDIO
( Fragmentos )
I
Homem dos Altos pampas!
Monolito que seguem com olhos com febre,
com o semblante fosco e fosca a alma agreste
a vibração do céu e o vôo dos astros
para ler neles
os signos esperados.
És a tempestade feito oração
e, às vezes, apenas um bloco de silêncio e espera,
talhado pelas mãos poderosas do vento.
-----------------------------------------------
Tus Achachilas(*1) viram derrubar-se teus templos
e reger novos deuses nos velhos altares.
Gimeu a terra, então, sob o peso do bárbaro;
gemeram tuas mulheres — as Ñustas(*2) e as Coyas(*3)—
as crianças esqueceram com o pavor, o pranto,
e desceu uma noite povoada de fantasmas
sobre os índios pávidos.
Em vão a ambição dos conquistadores
pretendeste saciar com todos os teus tesouros;
e, enquanto eles buscavam mais além de Chiquitos,
o Dorado, el Paititi, a Sierra de la Plata
E o reino do Gran Mojo,
tu baixaste à noite sangrenta das minas
em busca de prata, o ouro, a açucena
com que comprar sonhaste de teus novos senhores
o sol, o ar, o céu talvez a liberdade!
E na noite sinistra,
eras apenas um farrapo de sombra entre as sombras!
---------------------------------------------------------
Dez mil garras de pedra,
os agudos dentes das minas, a aisa(*4),
los balcães e o látego,
as rudes huairachinas(*5)
e a dura ambição de despropositados açougueiros
quebraram— arco tenso — e a alma da raça.
E foram os despojos de dez milhões de índios
silhar e capitel de templos e palácios,
e coluna e grandeza do império espanhol.
Mas veio pelo lado,
lançada pela mão de Achachilas violentos,
chegou um tal pedregulho
a hora em que estalaram tuas cóleras civis
com gritar de morte e o ressonar de pututus(*6).
Repetiram teu grito mil gargantas de pedra;
foi clarão nos ares,
chamarada nas quebras,
lançadas pelas ígneas lâminas dos montes.
Os cumes atrevidas cingiram-se de fogueiras
que, lambendo a carne trêmula da noite,
desgarraram a seda dos céus tranquilos.
Esqueceram seu canal as águas dos rios,
coléricas fragatas fragmentaram as ladeiras
e os desfiladeiros.
E te ergueste nos topos com os músculos tensos
e os olhos de pedra!
Mas sobre a tormenta,
sobre o sangre quente,
sobre o grito de guerra,
sobre o fragor dos Andes apertado de torrentes,
se despregaram nos ventos tua voz de liberdade.
II
Foste fogueira no cume, Julián Tupac Catari,
aluvião na serra, e te chamaste Amaru;
ginete dos ventos ou rocha despejada,
e teu nome era Dámaso, Tomás ou Pumakagua.
Eternizou um brilho da piedade Yupanqui
sobre adusto cantil do lago verde e cândido,
e Juan Huallparrimachi, trovador e guerreiro,
com a lança acesa e o discurso arenga tremante,
cresceu junto aos cumes dos Padilla e Warnes.
E à sombra de todos, cresceu também a Pátria!
Para dizer seu nome, disparaste um estilingue
com o raio que empunhas Homem do Altipampa!
domaste os bisontes azuis de los Andes,
e tua mano conteve o tropel dos ventos
sobre o deserto gelado.
Do sangue vertid, floresceram kantutas(*7)
e em tênues açucenas assomaram surgiram as crianças;
se ergueram as ladeiras em marejadas verdes,
e a terra presenteou seu ventre portentoso
à semente, ao pólen e ao abraço do Sol.
Tu encobriste a fronte, dilataste os olhos
para mirar teus prédios. Te erigiste senhor!
E tú, Pastor de Estrelas, Patriarca dos Vales,
nas tenras colinas nos mornos regaços
do prado núbil, semeaste teus devaneios.
O ouro das minas aflorou nos trigais
e no punho cerrado dos rubros milhos.
E tu, Nauta do Bosque, Centauro das planícies,
arrancaste ao mistério a semente dormida
para torná-la eflúvio, poema, canção e mel.
Tu sembraste caminos sobre la tierra púber,
repechando el asedio de boas y jaguares;
y aferrado a los crines de espuma y de calmanes,
desbravaste as raivosas cachuelas e teus rios,
e, com mãos de chama, tu pulsaste a selva
para deizer a Oração da Fecundação.
III
--------------------------------------------
Tu que eras a pedra milhar de Tihuanaco,
silhar e fundamento do Império Inca,
volta a exaltar a frente e fbla com as montanhas
no verbo flamejante de titãs e deuses.
Tu que és desnudo e germe desta nossa América,
cavalgando nos Andes, brande outra vez o raio
e faça teu escudo do Sol.
Tu tens que alcançar a Estatura do Homem!
***
(*1) Achachilas : Espíritos tutelares que protegem os povos e que encarnam a presença dos antepassados. Habitam as montanhas e os morros, perto das comunidades; vigiando, compartilhando os sofrimentos e dando bendições.
(*2) Ñustas - Princesas virgens dos antigos incas eno Perú.
(*3) Coyas - Entre os antigos incas, mulher do imperador, senhora soberana ou princesa.
(*4) Aisa - deslizamento de terra que, em uma mina, obstrui a saída para o exterior.
(*5) huairachinas – Forno pequeno que usam los prateiros e fundidores de metais.
(*6) pututus: Indígena instrumento feito de chifre de boi, que os agricultores nas colinas toque para convocar uma reunião.
(*7) kantutas: (cantua ou cantut) é a flor nacional dos países andinos, sobretudo do Peru, da Bolívia e do Equador, mas era sagrada desde a época dos incas.
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Página publicada em julho de 2022
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